Profundizando más, diseñar es tomar de decisiones, decidimos el objetivo de nuestro diseño, el target, el mensaje, el formato o medio, las medidas, las imágenes el color... todo existe con un propósito definido, generando un resultado coherente y efectivo.
Algunos ven el diseño como una forma de arte, pero esto está muy lejos de la verdad; es cierto que la estética y la creatividad son un factor importante, pero la efectividad y funcionalidad son los verdaderos objetivos, la belleza es un valor agregado que hace de nuestro producto un medio más efectivo. El arte no tiene un objetivo preciso más allá de ser hermoso, en contadas ocasiones tiene un propósito o un mensaje pero su estética prevalece haciendo que su significado sea reconstruido a su manera por cada espectador; este es un lujo que el diseñador no se puede dar. El mensaje de un diseño debe ser claro y de lectura homogénea.
